Manners

Desafiando las Normas: El Empoderamiento en 'Manners' de Ashnikko

La canción 'Manners' de Ashnikko es una declaración audaz y sin disculpas de empoderamiento personal y rechazo a las normas sociales tradicionales. Desde el primer verso, Ashnikko se presenta como una figura desafiante y poco convencional, describiéndose a sí misma como una 'bitch rara' y utilizando imágenes vívidas y provocativas para subrayar su individualidad. La referencia a 'licor marrón' y 'ojos más grandes que los faros' sugiere una noche de excesos y autoexploración, donde la artista se siente libre de ser ella misma sin restricciones.

El estribillo repetitivo 'I don't mind my manners' (No me importan mis modales) refuerza el tema central de la canción: la libertad de ser auténtico sin preocuparse por las expectativas sociales. Ashnikko celebra su propia rudeza y falta de conformidad, desafiando las normas de comportamiento aceptable, especialmente para las mujeres. La letra está llena de metáforas y comparaciones que subvierten las expectativas, como 'pussy gordo como Santa' y 'ese dick sabe a Yankee Candle', que mezclan lo vulgar con lo cotidiano de una manera que es a la vez humorística y subversiva.

Además, la canción aborda temas de poder y control en las relaciones, con Ashnikko afirmando su dominio y rechazando a aquellos que no cumplen con sus estándares. La línea 'Nunca dejo que un muerto rebote en mis nalgas' es un claro ejemplo de su rechazo a las relaciones insatisfactorias y su insistencia en mantener el control sobre su propio cuerpo y placer. La canción también toca la independencia financiera y la auto-suficiencia, como se ve en 'mantengo las cuentas de mis sugar babies pagadas' y 'mantengo mi maldito apellido de soltera'.

'Manners' es una celebración de la autoexpresión y la independencia, encapsulando el estilo provocador y audaz de Ashnikko. La artista utiliza su música para desafiar las normas y empoderar a sus oyentes a ser auténticos y a no disculparse por ser quienes son. La canción es un himno a la libertad personal y la autoaceptación, envuelto en un paquete de letras ingeniosas y ritmos pegajosos.