Memoria para El Olvido

La Profundidad de la Memoria en la Canción de Atahualpa Yupanqui

Atahualpa Yupanqui, uno de los más grandes exponentes de la música folclórica argentina, nos presenta en 'Memoria para El Olvido' una reflexión profunda sobre la naturaleza del canto y su conexión con la vida cotidiana y la memoria. La canción no es simplemente una expresión artística, sino una manifestación de la vida misma, un medio para recordar y dar sentido a las experiencias vividas.

En la primera estrofa, Yupanqui describe el canto como una mezcla de fervor y sed, una necesidad de beber de la corriente de la vida. El canto es tanto un pétalo sonriente como una roca de oración, una mezcla de suavidad y dureza, de sueño y pasión. Esta dualidad refleja la complejidad de la vida y cómo el canto puede desenterrar noticias dichosas del corazón, revelando emociones y recuerdos profundos.

La segunda estrofa se centra en la conexión entre el trabajo y la naturaleza. Yupanqui habla de la fertilidad de la troje y la euforia del huerto, simbolizando la abundancia y la vida. La alfalfa y su resplandor representan la belleza en lo cotidiano, y la cicatriz del sudor es un testimonio del esfuerzo humano. Aquí, el canto se convierte en una forma de palpar con la mirada, de ver más allá de lo superficial y encontrar el sentido en las cosas simples.

En la tercera estrofa, Yupanqui profundiza en la idea de que las cosas tienen sentido si el canto que las convoca lleva un recuerdo querido. El árbol que perdura en su resplandor, incluso después de ser talado, es un símbolo de la memoria y la transformación. La mano del carpintero que condecora el verdor del árbol es una metáfora de cómo el trabajo humano puede dar nueva vida y significado a lo que parece perdido.

Finalmente, en la última estrofa, Yupanqui nos invita a encender nuestros ojos en la vigilia y encontrar el ruido del florecer en los rastrojos. Tener 'memoria para el olvido' es una forma poética de decir que debemos recordar lo que es importante y dejar ir lo que no lo es. Los 'leopardos de dulcedumbre' y las 'tórtolas de bramido' son imágenes poderosas que representan la mezcla de fuerza y ternura en la vida y en el canto.