Glory

La Búsqueda de Sentido en 'Glory' de Bastille

La canción 'Glory' de Bastille explora la búsqueda de sentido y propósito en la vida a través de una serie de imágenes y metáforas evocadoras. La letra nos sitúa en una noche profunda, donde los protagonistas se encuentran acostados en medio de la carretera, observando los aviones pasar. Este escenario simboliza un momento de introspección y reflexión, donde los personajes se sienten pequeños ante la inmensidad del mundo y el universo. La mención de estar 'borrachos' y 'arreglando el mundo' sugiere un estado de vulnerabilidad y honestidad, donde las barreras se desvanecen y se permite una conexión más profunda y auténtica entre ellos.

La canción también aborda la idea de las historias y las narrativas que nos contamos a nosotros mismos y a los demás. Las 'palabras de gloria' que se mencionan a menudo suenan vacías, lo que refleja una desilusión con las promesas y expectativas que la sociedad impone. En lugar de buscar respuestas en lugares elevados o divinos ('mirando hacia el cielo'), la canción sugiere que el verdadero sentido y la conexión se encuentran en el aquí y ahora, en la tierra, incluso en los momentos más humildes y mundanos ('acostados en la tierra').

El estribillo refuerza esta idea al contrastar la búsqueda de gloria y significado en el cielo con la realidad de estar en el suelo. La repetición de 'no hay que mirar hacia el cielo' enfatiza la importancia de encontrar valor y propósito en nuestras experiencias cotidianas y en nuestras relaciones humanas. La canción concluye con una nota de esperanza y conexión, cuando uno de los personajes toma la mano del otro, simbolizando el apoyo mutuo y la aceptación de la realidad tal como es, sin necesidad de buscar algo más allá de lo tangible y presente.