La Gata Varela

La Gata Varela: Un Retrato de la Pasión y el Misterio del Tango

La canción 'La Gata Varela' de Cacho Castaña es un homenaje a la figura de la cantante de tango, personificada en una mujer que encarna la esencia misma del género. La letra describe a esta mujer como una artista que, envuelta en adrenalina, perfuma el escenario con su presencia y su arte. La referencia a 'inciensos y glicinas' sugiere una atmósfera cargada de sensualidad y misterio, elementos fundamentales del tango. La Gata Varela no necesita de libros ni escuelas para expresar su arte; su conocimiento y habilidad son innatos, pintando con colores de acuarela, una metáfora de su capacidad para transmitir emociones de manera sutil y delicada.

El estribillo de la canción resalta la dualidad de la Gata Varela: parece una 'atorranta' cuando canta, una mujer que se muestra provocativa y desafiante, pero que en realidad es mucho más compleja. La letra sugiere que su apariencia y comportamiento son una fachada, una forma de protegerse. La Gata Varela es una 'gata herida', alguien que ha vivido y sufrido, y que ha aprendido a navegar por la vida con una mezcla de dureza y vulnerabilidad. Esta dualidad es una característica esencial del tango, un género que a menudo explora temas de amor, desamor, y la lucha constante de la vida.

Cacho Castaña también se incluye a sí mismo en la narrativa, comparándose con la Gata Varela. Al igual que ella, él canta y escribe 'sin libros y sin escuela', confiando en su instinto y experiencia. La canción subraya la importancia de la autenticidad y la pasión en el tango, un arte que no se puede aprender en un aula, sino que se vive y se siente profundamente. La Gata Varela, con su orgullo y su capacidad para mantenerse firme en medio del barullo, es un símbolo de la resiliencia y la fuerza del espíritu humano, cualidades que Castaña admira y comparte.