Ojos Verdes

El Encanto de los Ojos Verdes: Un Romance Fugaz en la Noche de Mayo

La canción 'Ojos Verdes' de Carlos Cano es una evocación poética de un encuentro amoroso fugaz y apasionado. La letra nos transporta a una noche de mayo, donde la protagonista, apoyada en el quicio de la mancebía, observa cómo se enciende la noche. La llegada de un hombre a caballo marca el inicio de un breve pero intenso romance. La petición de fuego se convierte en una metáfora del deseo y la pasión que se enciende entre ambos, simbolizada por los 'verdes luceros de Mayo' que son los ojos del hombre.

Los ojos verdes, descritos con una serie de comparaciones naturales como la albahaca, el trigo verde y el limón, representan no solo la belleza física, sino también la intensidad y el misterio del encuentro. Estos ojos se clavan en el corazón de la protagonista, convirtiéndose en el centro de su universo, desplazando al sol, la luna y las estrellas. La repetición de 'verdes' enfatiza la frescura y vitalidad de este amor, que aunque efímero, deja una huella imborrable.

El amanecer marca el final del encuentro, con el hombre partiendo y dejando tras de sí un sabor a menta y canela en los labios de la protagonista. Este detalle sensorial añade una capa de realismo y nostalgia a la canción. La promesa de un vestido como regalo es rechazada, simbolizando que el valor del encuentro reside en la experiencia misma y no en las recompensas materiales. La partida del hombre a caballo cierra el ciclo de la noche, dejando a la protagonista con el recuerdo de una noche irrepetible, marcada por la belleza y la pasión de unos ojos verdes.