Desencuentro

El Desencanto de la Vida en 'Desencuentro' de Cátulo Castillo

La canción 'Desencuentro' de Cátulo Castillo es una profunda reflexión sobre la desilusión y el desencanto que puede surgir en la vida. Desde el primer verso, el protagonista se muestra desorientado, sin saber qué camino tomar, lo que simboliza una pérdida de dirección y propósito. Este sentimiento de estar perdido se agrava con la pérdida de fe, representada por la imposibilidad de cruzar el mar. La araña que pica y el hombre que traiciona son metáforas de las decepciones y traiciones que se encuentran en el camino, incluso de aquellos a quienes se ha ayudado o salvado. La imagen del carnaval pisoteando la mano fraternal que Dios dio sugiere una sociedad que ha perdido sus valores y su humanidad, donde incluso lo divino parece distante y ajeno.

El estribillo de la canción refuerza este sentimiento de desencuentro y desilusión. La frase '¡Si hasta Dios está lejano!' expresa una profunda desesperanza, donde incluso la fe en lo divino se ve comprometida. La mención de un 'grupí' que trampea a Jesús en el corso a contramano es una potente imagen de traición y engaño, sugiriendo que no se puede confiar ni siquiera en los más cercanos, como un hermano. Esta traición se extiende a la experiencia del amor, donde el protagonista es devorado y herido por aquellos a quienes ha amado y abrazado con ternura.

La canción culmina con una amarga reflexión sobre la honradez y la moral, que el protagonista considera una 'estupidez' en un mundo que parece funcionar al revés. El 'fracaso total de vivir' se manifiesta en la incapacidad de encontrar siquiera una salida final, simbolizada por el tiro que no sale. 'Desencuentro' es, en esencia, una canción sobre la pérdida de fe en la humanidad, en el amor y en la vida misma, una cruda representación de la desilusión y el desencanto que pueden marcar la existencia humana.