Todos Igual

La Rutina y el Desencanto en 'Todos Igual' de Ciro y Los Persas

La canción 'Todos Igual' de Ciro y Los Persas ofrece una mirada crítica y sarcástica sobre la monotonía de la vida cotidiana y la rutina laboral. Desde el inicio, la letra describe una mañana típica, con la campana del despertador, una ducha rápida y un desayuno apresurado. La mención de dejar irse a la mosca mientras se toma el café simboliza la resignación ante las pequeñas molestias diarias. La frase 'así es la vida, es tan bonita, merece respeto' sugiere una aceptación irónica de la rutina, a pesar de su tedio.

El recorrido en el transporte público, la compra de chicles y la llegada apresurada al trabajo reflejan la alienación y el estrés de la vida urbana. La interacción con Rosendo en el ascensor y la referencia a la victoria en un partido de fútbol son pequeños momentos de conexión humana en medio de la rutina. Sin embargo, la comparación de la vida laboral con la prisión y la clausura de una monja subraya el sentimiento de opresión y falta de libertad.

La canción también aborda la repetición semanal, con cada día de la semana representando una fase del ciclo de trabajo y ocio. El lunes es el comienzo del 'bajón', mientras que el viernes y el sábado son días de escape y descontrol. El domingo, sin embargo, es un día de enfrentamiento con la realidad, 'contra el paredón'. La repetición del estribillo 'Todos es igual, todos igual' enfatiza la uniformidad y la falta de individualidad en la vida moderna. La mención de la madre en la última estrofa añade una capa de crítica a las expectativas familiares y sociales, sugiriendo que todos enfrentan las mismas presiones y decepciones.