Come Thou Fount Of Every Blessing

La Fuente de Toda Bendición: Un Himno de Gratitud y Devoción

La canción 'Come Thou Fount Of Every Blessing', interpretada por el Coro del Tabernáculo Mormón, es un himno cristiano que expresa una profunda gratitud y devoción hacia Dios. La letra, escrita por Robert Robinson en el siglo XVIII, está impregnada de referencias bíblicas y metáforas espirituales que invitan al oyente a reflexionar sobre la gracia divina y la redención. Desde el inicio, el himno invoca a Dios como la fuente de todas las bendiciones, pidiendo que el corazón del creyente sea afinado para cantar Su gracia. Las 'corrientes de misericordia, que nunca cesan' simbolizan el amor y la compasión inagotables de Dios, que merecen las más altas alabanzas.

Uno de los elementos más destacados de la canción es la referencia a 'Ebenezer', una piedra de ayuda mencionada en el Antiguo Testamento que simboliza la ayuda divina recibida hasta ese momento. Al levantar su Ebenezer, el cantante reconoce que ha llegado hasta donde está gracias a la ayuda de Dios y expresa su esperanza de llegar a salvo a su hogar celestial por Su buena voluntad. La mención de Jesús buscando al cantante cuando era un extraño y rescatándolo con Su sangre preciosa subraya el tema de la redención y el sacrificio de Cristo.

El himno también aborda la lucha interna del creyente con la tendencia a alejarse de Dios. La frase 'prone to wander, Lord, I feel it' refleja la naturaleza humana de desviarse del camino espiritual, pero también la esperanza de que la gracia divina actúe como un 'grillete' que ate el corazón errante al Señor. La súplica final de 'aquí está mi corazón, oh tómalo y séllalo' es una entrega total a Dios, pidiendo que el corazón sea sellado para Su gloria eterna. En conjunto, 'Come Thou Fount Of Every Blessing' es una poderosa expresión de fe, gratitud y devoción, que resuena profundamente en la experiencia espiritual de los creyentes.