Demonios y Bares de Viejos (part Natos y Waor)

Explorando la Oscuridad Urbana en 'Demonios y Bares de Viejos'

La canción 'Demonios y Bares de Viejos' de COSTA, en colaboración con Natos y Waor, es una inmersión cruda y sin filtros en la vida nocturna y los excesos de la juventud urbana. Desde el primer verso, la letra establece un tono desafiante y rebelde, con un lenguaje explícito y directo que refleja la autenticidad y la dureza de la vida en las calles de Madrid. La repetición de 'Hijos de la Ruina' actúa como un mantra que encapsula la identidad de los artistas y su entorno, un lugar donde la decadencia y la autodestrucción son parte del día a día.

La narrativa de la canción gira en torno a temas como el alcohol, el sexo y la violencia, presentados de manera casi nihilista. Las referencias a 'bares de viejos' y 'demonios' sugieren un ambiente de decadencia y desesperanza, donde los personajes buscan consuelo en vicios y placeres efímeros. La mención de sustancias como el Diazepam y el Jagger, junto con la imagen de 'curar con sal y tequila', subraya una vida marcada por el exceso y la búsqueda constante de alivio temporal a través de la autodestrucción.

Además, la canción también toca temas de amor y desamor, aunque de una manera desilusionada y cínica. La frase 'me olvidé de querer' y la referencia a vivir en un 'bucle' reflejan una sensación de estancamiento emocional y una incapacidad para escapar de un ciclo de comportamientos autodestructivos. La mezcla de 'lágrimas con risas' y la descripción de la vida como una 'tragicomedia' capturan la dualidad de la existencia de los protagonistas, donde la alegría y la tristeza están inextricablemente entrelazadas.

En resumen, 'Demonios y Bares de Viejos' es una representación vívida y sin adornos de la vida en los márgenes de la sociedad urbana, donde la búsqueda de sentido y alivio se encuentra en los lugares más oscuros y destructivos. La colaboración entre COSTA, Natos y Waor aporta una autenticidad y una crudeza que resuenan con aquellos que han experimentado o comprendido la realidad de vivir al límite.