Dueños Del Ritmo (part. Gustavo Cordera)

Dueños del Ritmo: Un Viaje de Amistad y Autodescubrimiento

La canción 'Dueños Del Ritmo' de Cruzando El Charco, con la colaboración de Gustavo Cordera, es una oda a la amistad y al viaje personal. Desde el inicio, la letra invita a unirse en una travesía compartida, dejando atrás las preocupaciones cotidianas. La imagen de 'sacarse los championes' simboliza despojarse de las barreras y las formalidades para conectar con lo esencial y disfrutar de momentos simples como ver el atardecer. Esta invitación a la simplicidad y a la conexión con la naturaleza se refuerza con la promesa de seguir a donde estén las flores, un símbolo de belleza y renovación.

La rambla, un lugar común en muchas ciudades costeras, se convierte en el escenario de la amistad y la libertad. Aquí, los amigos pierden la cabeza, es decir, se liberan de las preocupaciones y ganan en camaradería. La metáfora de 'almas danzando al borde del abismo' sugiere una vida vivida al máximo, con la conciencia de la fragilidad y la belleza de cada momento. Ser 'dueños del ritmo' implica tomar control de la propia vida y disfrutar del presente, a pesar de las incertidumbres.

El estribillo 'me voy al otro lado del río' refleja un deseo de cambio y de búsqueda de un lugar donde uno se sienta más vivo y auténtico. El río, con sus orillas enfrentadas pero conectadas, simboliza las dualidades de la vida y la necesidad de cruzar fronteras personales para encontrar el verdadero yo. La repetición de 'me voy' enfatiza la urgencia de este viaje interior y exterior. La canción concluye con una reafirmación de la amistad y la promesa de seguir juntos en este viaje, brindando por la vida y la compañía. 'Dueños Del Ritmo' es, en última instancia, una celebración de la amistad, la libertad y el autodescubrimiento.