Monster Tree

El Árbol Monstruoso: Una Metáfora de la Soledad y el Rechazo

La canción 'Monster Tree' de deadman 死人 es una obra que explora temas profundos de soledad, rechazo y la búsqueda de consuelo en un mundo hostil. La letra está cargada de imágenes y metáforas que reflejan el dolor de sentirse marginado y la lucha por encontrar un lugar en el mundo. Desde el inicio, con frases como '可愛い嫌われが子' (niño lindo pero odiado), se establece un tono de tristeza y aislamiento. La repetición de 'sleep sleep' y 'don't cry cry' sugiere un intento de consuelo, aunque sea temporal, en medio de la adversidad.

El 'monster tree' (árbol monstruoso) es una metáfora central en la canción. Este árbol parece representar una entidad que sacude y perturba, como se indica en '揺らすよ monster tree un deux troi'. Sin embargo, también es un símbolo de la verdad dolorosa que se debe evitar, como se menciona en 'But keep off the blessed truth'. La dualidad de este árbol refleja la complejidad de enfrentar la realidad y el deseo de escapar de ella. La canción también introduce la figura de '灰色の子' (niño gris), que simboliza la tristeza y la soledad inherentes a aquellos que se sienten diferentes o no aceptados.

La referencia a 'Jesus, beloved baby' añade una capa de espiritualidad y redención, sugiriendo que incluso en la oscuridad, hay una esperanza de ser amado y aceptado. Sin embargo, esta esperanza se ve empañada por la realidad de la falta de recursos y el sufrimiento, como se indica en '銀貨が足りない' (no hay suficientes monedas de plata) y '首吊り死骸' (cadáver colgado). La canción concluye con una reiteración de la soledad y la tristeza del 'niño gris', subrayando la persistencia de estos sentimientos a pesar de los intentos de encontrar consuelo.

' Monster Tree' es una canción que invita a reflexionar sobre la experiencia humana de la soledad y el rechazo, y la búsqueda constante de un lugar donde pertenecer. La letra, rica en simbolismo y emoción, resuena con aquellos que han sentido el peso de ser diferentes y la lucha por encontrar aceptación en un mundo que a menudo es indiferente a su dolor.