La chanson de Gavroche

La chanson de Gavroche: Un Canto de Rebeldía y Desafío

La chanson de Gavroche es una pieza emblemática del musical 'Les Misérables', basada en la novela homónima de Victor Hugo. Gavroche, un niño de la calle, canta esta canción como un acto de desafío y resistencia en medio de la Revolución Francesa. La letra refleja su espíritu indomable y su crítica a las figuras de autoridad y a la sociedad que lo ha marginado. La repetición de 'C'est la faute à Voltaire' y 'C'est la faute à Rousseau' es una forma de ironía, señalando a los filósofos de la Ilustración como responsables de su situación, aunque en realidad, Gavroche está denunciando la hipocresía y las fallas del sistema social y político de su tiempo.

La mención de Voltaire y Rousseau no es casual. Ambos filósofos fueron figuras clave en la Ilustración, un movimiento que promovía la razón, la libertad y la igualdad. Sin embargo, Gavroche utiliza sus nombres para subrayar la contradicción entre los ideales ilustrados y la realidad de los más desfavorecidos. Al decir 'Je suis tombé par terre, C'est la faute à Voltaire', Gavroche está señalando que, a pesar de los grandes ideales, él sigue siendo una víctima de la injusticia y la pobreza. La canción, por tanto, es una crítica mordaz a la sociedad que no ha cumplido con las promesas de la Ilustración.

El estilo musical de 'Les Misérables' combina elementos de la ópera y el teatro musical, creando una atmósfera dramática y emotiva. La interpretación de Gavroche es especialmente conmovedora, ya que su voz infantil contrasta con la dureza de su mensaje. Esta canción es un recordatorio poderoso de la lucha por la justicia y la igualdad, y de cómo los más jóvenes también tienen voz y pueden ser agentes de cambio. La chanson de Gavroche sigue siendo relevante hoy en día, resonando con aquellos que luchan contra la opresión y la desigualdad en todas sus formas.