Quiero Ser Parroco

La Irreverencia y la Crítica en 'Quiero Ser Párroco' de Eyaculación Post-mortem

La canción 'Quiero Ser Párroco' de Eyaculación Post-mortem es una obra cargada de irreverencia y crítica hacia la institución religiosa, particularmente la Iglesia Católica. La letra está llena de imágenes provocadoras y lenguaje explícito que desafía las normas y tradiciones religiosas. Desde el inicio, el deseo de vivir como un párroco sin pagar deudas ni impuestos al estado sugiere una crítica a la percepción de privilegios y exenciones fiscales que disfrutan los líderes religiosos.

El coro de la canción, con frases como 'Oh señor he pecado, pero me he purificado' y 'Meo sangre y tengo estigmas, ya no tomo anfetaminas', mezcla elementos de confesión religiosa con referencias a la autodestrucción y el sufrimiento físico. Esto puede interpretarse como una metáfora de la hipocresía y la dualidad moral dentro de la iglesia, donde los pecados pueden ser perdonados y purificados, pero las cicatrices y el dolor permanecen.

La segunda estrofa intensifica la provocación con imágenes de un Cristo en la cocina y vírgenes sangrando, lo que puede ser visto como una crítica a la idolatría y la explotación de símbolos religiosos. La mención de 'subir publicaciones con imágenes de vírgenes' también sugiere una crítica a la superficialidad y la comercialización de la fe en la era digital. En conjunto, la canción utiliza un lenguaje crudo y chocante para cuestionar y satirizar las prácticas y creencias religiosas, invitando a la reflexión sobre la autenticidad y la moralidad dentro de la institución eclesiástica.