My Ordinary Live

La Dualidad del Éxito en 'My Ordinary Live' de Fallo

La canción 'My Ordinary Live' de Fallo explora la compleja relación entre el éxito, la autenticidad y la percepción pública. Desde el inicio, el artista se enfrenta a las expectativas de la sociedad, que le pide ser simple y relajado, mientras él cultiva y riega sus ideas para crecer. Esta metáfora del cultivo sugiere un proceso de desarrollo personal y profesional que no siempre es comprendido ni valorado por los demás. La letra también refleja una lucha interna y externa, donde el artista se siente subestimado y, al mismo tiempo, presionado a cumplir con estándares que no siempre comparte.

Fallo utiliza varias metáforas para describir su experiencia en la industria musical. Por ejemplo, se compara con el Rey Midas, cuya capacidad de convertir todo en oro es tanto una bendición como una maldición. Esta dualidad se refleja en la línea 'Tócame y déjame brillar', que sugiere un deseo de éxito y reconocimiento, pero también una advertencia sobre los peligros de ser consumido por la fama. La referencia a 'Ice Box' y 'MC Easy Bake' añade una capa de ironía, subrayando cómo el artista se siente atrapado en un ciclo de producción y consumo que no siempre le permite ser auténtico.

El estribillo de la canción, con frases como 'Quieto, Ciego, Y que el mundo pase ya', transmite una sensación de resignación y aceptación. Fallo parece estar diciendo que, a pesar de las dificultades y las críticas, seguirá adelante sin dejar que el odio o la negatividad lo afecten. La repetición de 'Siento que ya no temeré más' refuerza esta idea de resiliencia y autoafirmación. En última instancia, 'My Ordinary Live' es una reflexión sobre la lucha por mantener la autenticidad en un mundo que constantemente trata de moldear y definir a los individuos según sus propios intereses y expectativas.