Él Escogió los Clavos

El Sacrificio Supremo: El Amor en 'Él Escogió los Clavos' de Fernanda Brum

La canción 'Él Escogió los Clavos' de Fernanda Brum es una profunda reflexión sobre el sacrificio de Jesucristo y el amor incondicional de Dios hacia la humanidad. La letra plantea preguntas retóricas que invitan al oyente a meditar sobre la magnitud del sacrificio divino. ¿Qué llevaría a un padre a entregar la vida de su propio hijo? ¿Qué llevaría a un hijo a obedecer hasta el punto de entregarse a la muerte? Estas preguntas no solo resaltan la obediencia y el amor de Jesús, sino también el dolor y la decisión consciente de Dios Padre al permitir este sacrificio.

La canción destaca la humanidad y la divinidad de Jesús, quien, a pesar de ser Dios, no huyó de la cruz. Este acto de entrega total es presentado como una manifestación del amor más puro y desinteresado. La frase 'Él me amó de tal manera que escogió los clavos' encapsula la esencia del mensaje cristiano: un amor tan grande que se materializa en el sufrimiento y la muerte para la redención de otros. La imagen de los clavos, un símbolo de dolor y sacrificio, se convierte en un emblema de amor y salvación.

Fernanda Brum utiliza una metáfora poderosa al describir que la mano que sostuvo el martillo era la mano de Dios, y que los clavos que hirieron el cuerpo de Jesús eran tanto suyos como nuestros. Esta metáfora subraya la idea de que el sacrificio de Jesús no fue solo un acto divino, sino también una responsabilidad compartida por la humanidad. La canción, con su tono emotivo y su mensaje profundo, invita a los oyentes a reflexionar sobre el significado del sacrificio y el amor en sus propias vidas, y a reconocer la magnitud del amor divino que se expresa a través del sufrimiento y la redención.