C'est de L'eau, C'est Du Vent

La Fugacidad de la Vida en 'C'est de L'eau, C'est Du Vent' de Claude François

La canción 'C'est de L'eau, C'est Du Vent' de Claude François es una reflexión poética sobre la naturaleza efímera de la vida y las experiencias humanas. Desde el inicio, el artista nos habla de su primer amigo y su primer amor, ambos ya perdidos en el horizonte del tiempo. La letra evoca una sensación de nostalgia y melancolía al recordar momentos y objetos que alguna vez fueron significativos, como su primera canción y su primera coche, ahora reducidos a meros recuerdos o cosas sin valor. Esta idea se refuerza con la metáfora del agua y el viento, elementos que no se pueden retener y que simbolizan la transitoriedad de la existencia.

El estribillo de la canción, 'C'est de l'eau, c'est du vent', enfatiza esta idea de impermanencia. El agua y el viento son elementos naturales que fluyen y cambian constantemente, al igual que nuestras vidas y experiencias. Claude François utiliza la imagen del 'sable fin et mouvant' (arena fina y movediza) para ilustrar cómo nuestros pasos y acciones se pierden en la vastedad del tiempo, sin dejar huella permanente. Esta metáfora sugiere que, aunque intentemos aferrarnos a momentos y personas, todo eventualmente se disuelve y se olvida.

A pesar de la melancolía, la canción también transmite un mensaje de aceptación y esperanza. El artista habla de vivir el presente sin arrepentimientos, disfrutando del 'eau et le grand vent' (agua y gran viento) con plenitud. La mención del 'merveilleux soleil' (maravilloso sol) que nos da la ilusión de eternidad y la 'merveilleuse fille d'aujourd'hui' (maravillosa chica de hoy) que es su amor actual, sugiere que, aunque todo sea transitorio, hay belleza y alegría en cada momento presente. Claude François nos invita a abrazar la fugacidad de la vida y a encontrar satisfacción en el aquí y ahora, sin lamentar lo que se ha perdido o temer lo que vendrá.