Hasta Que Llegué Yo (part. Alejandro Almighty)

La Redención y el Encuentro con Dios en 'Hasta Que Llegué Yo'

La canción 'Hasta Que Llegué Yo' de Funky, con la colaboración de Alejandro Almighty, es una profunda reflexión sobre la redención y el encuentro personal con Dios. La letra narra una experiencia íntima de arrepentimiento y perdón, donde el protagonista se encuentra en un momento de vulnerabilidad y desesperación. En un acto de humildad, cae de rodillas y pide perdón por no haber reconocido la presencia de Dios en las pequeñas cosas de la vida. Este acto de contrición es respondido con amor y aceptación divina, destacando que no es necesario estar 'listo' o perfecto para recibir el amor de Dios.

La canción utiliza metáforas poderosas para ilustrar la intervención divina en la vida del protagonista. Frases como 'tu vida dependía de un hilo hasta que llegué yo' y 'por mí tu casa no se cayó' sugieren que la presencia de Dios es lo que mantiene la estabilidad y el sentido en la vida del individuo. La repetida referencia a que 'esto no es el show de Disney, ni Mickey' subraya que la vida no es una fantasía o un espectáculo, sino una realidad en la que la intervención divina es crucial para la salvación y el propósito.

Además, la canción aborda la lucha interna del protagonista, quien reconoce que estaba envenenándose con su propio veneno y que lo malo le parecía bueno. Este reconocimiento de la propia debilidad y la necesidad de guía divina es un tema recurrente en la música de Funky, conocido por su estilo de rap cristiano que combina mensajes de fe con ritmos urbanos. La colaboración con Alejandro Almighty añade una capa de autenticidad y profundidad, ya que ambos artistas comparten experiencias de transformación personal a través de su fe. En última instancia, 'Hasta Que Llegué Yo' es un testimonio de la gracia y el poder redentor de Dios, que llega justo a tiempo para salvar y dar sentido a la vida del creyente.