Cordero de Dios

El Clamor del Pueblo en 'Cordero de Dios' de Guillermo Cuellar

La canción 'Cordero de Dios' de Guillermo Cuellar es una poderosa pieza que combina elementos religiosos con una fuerte crítica social. Cuellar, conocido por su música comprometida y su activismo, utiliza esta canción para abordar temas de injusticia, opresión y esperanza. La figura de 'el destazado en la cruz' se refiere a Jesucristo, quien en la tradición cristiana es el cordero sacrificado para redimir los pecados del mundo. Sin embargo, Cuellar va más allá de la simple referencia religiosa y la contextualiza en la realidad social de los oprimidos y los pobres.

La letra denuncia a los 'injustos opresores' y resalta la lucha de los pobres que son levantados del polvo. Esta imagen es una metáfora de la resurrección y la esperanza, sugiriendo que, a pesar de la opresión y la violencia, hay una posibilidad de redención y justicia. La repetición de la frase 'Te pedimos que nos oigas' es un llamado desesperado a la divinidad para que escuche el sufrimiento del pueblo y actúe en su favor. Esta súplica refleja la fe y la esperanza en un cambio, pero también la urgencia de la situación.

La canción también hace una conexión directa entre el sacrificio de Cristo y la sangre derramada de los 'caídos', aquellos que han sido víctimas de la violencia y la represión. Esta comparación no solo santifica a los mártires de las luchas sociales, sino que también critica a los 'poderosos' que perpetúan la injusticia. Finalmente, Cuellar aboga por una paz que solo puede lograrse a través de la justicia, un tema recurrente en su obra. La paz no es simplemente la ausencia de conflicto, sino un estado que se alcanza cuando se erradican las causas de la opresión y la desigualdad.

'Cordero de Dios' es, por tanto, una canción que mezcla lo espiritual con lo terrenal, llamando a la acción y a la resistencia frente a la injusticia. Es un himno de esperanza y lucha, que resuena profundamente en contextos de opresión y búsqueda de justicia social.