Aprendí A Esquivar

La Resiliencia en 'Aprendí A Esquivar' de Gustavo Cordera

La canción 'Aprendí A Esquivar' de Gustavo Cordera es una profunda reflexión sobre la resiliencia y la capacidad de sobreponerse a las adversidades emocionales. La letra está cargada de metáforas y referencias que ilustran la lucha interna del protagonista, quien se enfrenta a una relación que le ha dejado cicatrices. Desde el inicio, Cordera nos habla de una memoria quemada por el fuego de un abrazo, una imagen poderosa que sugiere un amor intenso pero destructivo. La mención de 'esquivar' se convierte en un tema recurrente, simbolizando la estrategia del protagonista para evitar más dolor y sufrimiento.

Una de las metáforas más destacadas es la comparación con Nicolino Locche, un famoso boxeador argentino conocido por su habilidad para esquivar golpes. Al igual que Locche, el protagonista se siente campeón no por golpear, sino por evitar ser golpeado. Esta analogía no solo resalta la destreza y la inteligencia del protagonista, sino también su capacidad para adaptarse y sobrevivir en situaciones adversas. La referencia a Locche en Japón, donde ganó el título mundial, añade una capa de orgullo y triunfo personal, a pesar de las derrotas emocionales.

La canción también aborda la dualidad de la derrota y el éxito. Aunque el protagonista se siente derrotado y avergonzado, encuentra fuerza en su capacidad para levantarse después de cada caída. La letra sugiere que el fracaso y la derrota no son el final, sino oportunidades para crecer y fortalecerse. Esta idea se refuerza con la repetición de 'me siento campeón', que actúa como un mantra de autoafirmación y resiliencia. En última instancia, 'Aprendí A Esquivar' es una celebración de la capacidad humana para adaptarse, resistir y encontrar fuerza en la adversidad.