Dios No Me Deja

La Inspiración Divina en la Música Vallenata de Los Hermanos Zuleta

La canción "Dios No Me Deja" de Los Hermanos Zuleta es una expresión lírica de gratitud y reflexión sobre el don de la música y la composición en la vida del artista. La letra comienza con el nacimiento del cantante en un ambiente festivo, el día de carnaval, lo que ya presagia una vida marcada por la alegría y la celebración cultural. Sin embargo, se destaca que desde su nacimiento, el cantante se sentía destinado a componer y cantar, como si llevara consigo una 'estrella' que lo guiaría a través de su arte.

La canción se adentra en la relación del cantante con su fe y cómo esta le ha proporcionado fortaleza en momentos de debilidad. La música se presenta como un alivio para sus penas, una forma de terapia y expresión que le permite sobrellevar las adversidades de la vida. La mención de que 'si la pena matara en seguida', nadie recordaría al cantante, subraya la intensidad de su sufrimiento y la importancia de la música como salvación.

Finalmente, la canción concluye con una revelación poderosa: el cantante siente que Dios le negó la vista para que no se distraiga con las trivialidades del mundo y, en cambio, le otorgó 'los ojos bellos del alma', una metáfora que sugiere una percepción más profunda y espiritual de la realidad. Esta última estrofa refuerza la idea de que el talento musical es un regalo divino y que, a pesar de las dificultades, hay una razón más elevada para las pruebas que enfrenta el artista.