Decime Que Anoche Nunca Existio

El Despertar de una Noche Olvidada: Un Viaje por la Resaca Emocional

La canción 'Decime Que Anoche Nunca Existió' de Iván Noble nos sumerge en un despertar caótico y surrealista, donde la resaca física y emocional se entrelazan. Desde el primer verso, el artista describe una mañana en la que se siente desorientado y abrumado, con imágenes vívidas y casi oníricas como 'un nido de ratas en el techo' y 'un brazo de cada color'. Estas metáforas reflejan un estado de confusión y malestar, tanto físico como mental, que se intensifica con la presencia de una mascota que lo mira de reojo y un espejo que parece burlarse de él.

La letra también nos muestra la relación del protagonista con su pareja, quien sigue dormida mientras él lucha con sus propios demonios. La frase 'Otra vez me olvidé de sacar la basura del baldío de mi corazón' sugiere una acumulación de problemas y emociones no resueltas, que se han convertido en una carga pesada. La botella que dice 'yo no fui' es una clara referencia al alcohol como un escape temporal que, al final, solo agrava la situación.

El estribillo 'Decíme que no, decíme que anoche nunca existió' es un ruego desesperado por borrar los errores y el dolor de la noche anterior. La mañana, descrita como una 'bruja en la escoba de un pálido sol', trae consigo la realidad y la rutina de la ciudad, con su 'impávido show de mamíferos tristes'. Este contraste entre el caos interno del protagonista y la indiferencia del mundo exterior resalta la soledad y el aislamiento que siente. En última instancia, la canción es un retrato crudo y poético de la lucha interna y la búsqueda de redención en medio de la resaca emocional y física.