That's The Way Love Goes

La Pasión y el Deseo en 'That's The Way Love Goes' de Janet Jackson

La canción 'That's The Way Love Goes' de Janet Jackson es una oda a la pasión y el deseo. Desde el inicio, la letra utiliza la metáfora de una polilla atraída por la llama para describir la intensidad y la inevitabilidad del amor. La polilla, cegada por la luz, se quema al acercarse demasiado, lo que simboliza cómo el amor puede ser cegador y, a veces, doloroso. Janet canta sobre un amor que es irresistible y ardiente, un sentimiento que no se puede ignorar ni controlar.

A lo largo de la canción, Janet invita a su amante a un viaje de placer y descubrimiento. Promete llevarlo a lugares desconocidos y darle experiencias inolvidables. Esta promesa de aventura y felicidad refleja una relación llena de emoción y novedad. La letra sugiere una conexión profunda y física, donde el amor se expresa a través de la cercanía y el contacto. Janet describe momentos íntimos, como encender velas y jugar juntos, lo que añade una capa de sensualidad y ternura a la canción.

El estribillo, 'That's the way love goes', refuerza la idea de que el amor sigue su propio curso, a veces impredecible y siempre apasionado. Janet Jackson, conocida por su estilo musical que combina pop, R&B y funk, utiliza su voz suave y seductora para transmitir la intensidad de estos sentimientos. La canción, lanzada en 1993, se convirtió en un éxito y es un ejemplo perfecto de cómo Janet Jackson puede capturar la esencia del amor y la pasión en su música.