Sigamos Pecando

El Amor Prohibido en 'Sigamos Pecando' de Javier Solís

La canción 'Sigamos Pecando' de Javier Solís es una profunda exploración del amor prohibido y las emociones contradictorias que este tipo de relación puede generar. Desde el inicio, la letra nos introduce a un amor que, aunque es grande y apasionado, está marcado por la prohibición y el tormento. La frase 'Nuestro amor es tan grande, tan grande y tormentoso' encapsula perfectamente esta dualidad, donde la intensidad del amor se ve empañada por el sufrimiento que conlleva.

El uso de la palabra 'pecar' en la canción es una metáfora poderosa que sugiere que la relación va en contra de normas sociales o morales. Sin embargo, a pesar de las dificultades y el 'peligro de quererte', el narrador está decidido a continuar con este amor hasta la muerte. Esta determinación se refleja en la repetición de 'Es mejor que sigamos, que sigamos pecando', lo que indica una aceptación de las consecuencias y una entrega total a la pasión que sienten el uno por el otro.

El interludio hablado añade una capa adicional de profundidad, describiendo un 'mundo imposible' y un 'cielo de sombras' que oscurecen sus vidas. A pesar de estos obstáculos, el narrador declara que su amor es inquebrantable y eterno, comparando a su amada con una estrella en su 'eterna sonrisa'. Esta parte de la canción refuerza la idea de que, aunque el amor sea prohibido y lleno de dificultades, es una fuente de felicidad y significado para el narrador, quien está dispuesto a 'seguir pecando' para mantener viva esta conexión.

La canción de Javier Solís no solo es una obra maestra del bolero ranchero, sino también una reflexión sobre los sacrificios y las decisiones difíciles que a menudo acompañan al amor verdadero. La letra nos invita a cuestionar las normas sociales y a considerar hasta qué punto estamos dispuestos a ir por aquellos a quienes amamos.