Madera de Deriva

La Deriva del Amor en 'Madera de Deriva' de Jorge Drexler

En 'Madera de Deriva', Jorge Drexler nos presenta una metáfora poética y profunda sobre la vida y el amor. La canción comienza con la imagen de la madera de deriva, un material que ha sido moldeado por el agua y el viento, y que se encuentra a merced de las corrientes. Esta metáfora sugiere una existencia fluida y cambiante, donde el individuo se deja llevar por las circunstancias y las experiencias, sin poseer nada de manera definitiva. La repetición de 'Vengo, voy y vengo' refuerza esta idea de movimiento constante y de una identidad en perpetua transformación.

A lo largo de la canción, Drexler describe cómo este proceso de deriva ha pulido sus aristas, tatuándolo de agua y viento. Esto puede interpretarse como una referencia a cómo las experiencias de la vida nos moldean y nos transforman, suavizando nuestras asperezas y dejándonos marcas imborrables. La línea 'Soy mucho menos lo que sé que lo que siento' sugiere una introspección profunda, donde el conocimiento racional es superado por la riqueza de las emociones y los sentimientos.

El punto culminante de la canción llega cuando el narrador deriva hacia la orilla de otra persona, quedando varado en su arena. Aquí, Drexler introduce el tema del amor y la conexión humana, describiendo cómo esta relación ha capturado tanto sus sueños como sus pesadillas, sus luces malas y sus noches buenas. La mención del destino como 'una veta en la madera' sugiere que nuestras vidas están marcadas por encuentros y momentos significativos que nos definen. Finalmente, el narrador expresa su deseo de quedarse por siempre al lado de esta persona, haciendo un alto en su camino errante y encontrando un sentido de pertenencia y estabilidad en el amor.