Corazón de Cristal

La Fragilidad del Amor en 'Corazón de Cristal' de Jorge Drexler

En 'Corazón de Cristal', Jorge Drexler nos sumerge en una reflexión profunda sobre la naturaleza frágil y efímera del amor. La metáfora del 'corazón de cristal' sugiere una vulnerabilidad extrema, una delicadeza que puede romperse fácilmente. Drexler describe un amor que brilla de manera única, pero que también es fugaz y transitorio, como la luz de la luna que pasea por el cuerpo y la mente de la persona amada. Esta imagen evoca la belleza y la temporalidad del amor, que puede ser intenso pero también doloroso.

El estribillo 'Tanto, tanto, tanto amar... lastima, a veces lastima' resalta la dualidad del amor: su capacidad para brindar felicidad y, al mismo tiempo, causar dolor. Drexler menciona que por la misma senda que el amor abrió, la pena camina, sugiriendo que el amor y el sufrimiento están intrínsecamente ligados. Esta idea se refuerza con la súplica '¿Dónde vas? Quédate junto a mí', que refleja el miedo a la pérdida y la desesperación de un 'corazón tempestad' y 'corazón desmesura', términos que subrayan la intensidad y la irracionalidad de los sentimientos amorosos.

Finalmente, Drexler se describe a sí mismo como un 'eterno aprendiz', alguien que aún está aprendiendo a navegar las aguas turbulentas del amor. La canción concluye con una nota de esperanza y resignación: 'Pero el tiempo pasa y el dolor también te enseña el camino'. Aquí, Drexler sugiere que el dolor es una parte inevitable del crecimiento emocional y que, con el tiempo, uno puede encontrar un camino a través del sufrimiento. La repetición de 'corazón de cristal' y 'corazón de quimera' al final de la canción refuerza la idea de que el amor es tanto una realidad frágil como una ilusión hermosa.