Llueve

La Lluvia como Metáfora de Renacimiento en 'Llueve' de Jorge Drexler

La canción 'Llueve' de Jorge Drexler utiliza la lluvia como una metáfora poderosa para explorar temas de renovación y conexión entre la naturaleza y la humanidad. Desde el inicio, la letra describe cómo el cielo y la tierra se mojan entre sí, sugiriendo una unión íntima y necesaria. La lluvia, que podría ser vista como un inconveniente, se presenta aquí como un evento positivo que trae vida y frescura a la tierra, aliviando la sequía y haciendo que el pasto se ponga contento. Esta dualidad entre la incomodidad humana y la alegría de la naturaleza es un tema recurrente en la canción.

Drexler también destaca cómo la lluvia afecta a diferentes aspectos de la vida cotidiana. Las alcantarillas se atragantan, la ropa tendida se moja, y la gente busca refugio. Sin embargo, estos inconvenientes son contrastados con la gratitud de la tierra y la alegría del pasto. La repetición de la frase 'Si llueve la gente se pone a cubierto, y el pasto se pone contento' subraya esta dicotomía, recordándonos que lo que puede ser un problema para unos, es una bendición para otros. La lluvia, en este sentido, actúa como un gran nivelador, afectando a todos por igual pero con diferentes consecuencias.

La canción también sugiere una continuidad y una inevitabilidad en el ciclo de la naturaleza. La lluvia no parece que vaya a parar, y esto es algo que la meteorología asegura. Este aspecto de la canción puede interpretarse como una reflexión sobre la inevitabilidad de los ciclos naturales y cómo estos afectan nuestras vidas. La lluvia, que al principio parecía una molestia, se convierte en un símbolo de esperanza y renovación, especialmente en un momento en que la sequía parecía ganar. En última instancia, 'Llueve' es una celebración de la naturaleza y su capacidad para renovarse y regenerarse, incluso en los momentos más difíciles.