Érase Una Bestia

La Oscuridad y la Dualidad en 'Érase Una Bestia' de José Madero

La canción 'Érase Una Bestia' de José Madero explora temas profundos y oscuros, reflejando una lucha interna y una relación compleja con el dolor y la oscuridad. Desde el inicio, la letra nos sumerge en un estado de desesperanza y desilusión, con frases como 'El sueño ya se marchitó' y 'Hace unas horas murió Dios'. Estas líneas sugieren una pérdida de fe y propósito, un sentimiento de vacío que no puede ser llenado ni siquiera con el uso de drogas, que 'no me funcionó'.

La canción también aborda la sensación de invisibilidad y soledad, con el protagonista sintiéndose 'oculto' y 'solo en el mundo'. A pesar de sus esfuerzos por mejorar ('Sí se trató, lo juro'), su corazón se ha oscurecido y se ha rendido al cansancio. Sin embargo, esta oscuridad parece ser algo que el protagonista ha llegado a aceptar e incluso a disfrutar, como se refleja en el estribillo: 'Creo que así de oscuro me gusta'. Esta aceptación de la oscuridad y el dolor se convierte en una forma de identidad y resistencia.

La relación con otra persona también juega un papel crucial en la canción. La dualidad de sentimientos se manifiesta en la línea 'Siento que el ser tuyo me gusta', que se repite a lo largo de la canción. A pesar de la atracción hacia la oscuridad y el dolor, hay un momento de empatía y conexión cuando el protagonista ve a la otra persona ahogándose y siente que 'no me gusta'. Esta contradicción entre el disfrute del dolor y la preocupación por el otro añade una capa de complejidad emocional a la canción, mostrando que incluso en la oscuridad, hay destellos de humanidad y amor.