¡Qué llueva!

Entre la rutina y la esperanza: Un análisis de '¡Qué llueva!' de Juana Molina

La canción '¡Qué llueva!' de Juana Molina, una artista argentina conocida por su estilo experimental y su habilidad para fusionar géneros, ofrece una narrativa que parece simple pero está cargada de profundidad emocional y crítica social. La letra inicia con una referencia a una canción infantil popular, que podría interpretarse como un anhelo por la inocencia y la simplicidad de la infancia, contrastando con la complejidad de la vida adulta que se despliega en el resto de la canción.

La protagonista de la canción, descrita como 'la vieja', representa a una persona mayor que se enfrenta a la indiferencia y las demandas de su familia. A pesar de su estado de salud debilitado, se ve obligada a levantarse y atender las necesidades de sus familiares, quienes parecen más preocupados por sus propios deseos triviales que por su bienestar. Este escenario resalta una crítica a la falta de empatía y el egoísmo que a menudo prevalece en las dinámicas familiares modernas.

El simbolismo de la lluvia y los pajaritos cantando actúa como un leitmotiv en la canción, sugiriendo un ciclo de renacimiento y esperanza a pesar de las adversidades. La repetición de 'la vieja se levanta' al final de cada estrofa puede interpretarse como un acto de resistencia y fortaleza, un recordatorio de que, a pesar de todo, la vida continúa. Juana Molina utiliza estos elementos para tejer una narrativa que es tanto una celebración de la resiliencia humana como una crítica a las falencias de la sociedad contemporánea.