Soy Real

La Búsqueda de la Autenticidad en 'Soy Real' de Kraken

La canción 'Soy Real' de Kraken aborda la lucha interna del individuo en un mundo moderno que a menudo se siente deshumanizante y alienante. Desde el inicio, el protagonista se describe como 'atado y prisionero', persiguiendo fantasmas que ocultan la realidad. Esta metáfora sugiere una vida vivida en la sombra de la verdad, donde las mentiras y las ilusiones prevalecen sobre la autenticidad. La imagen del 'muñeco de carne y hueso' refuerza la idea de una existencia manipulada y controlada, desprovista de verdadera libertad y agencia.

El estribillo de la canción repite la frase 'no soy real', subrayando la sensación de desconexión y falta de autenticidad. El protagonista se siente como un 'eco y no el grito', lo que implica que su voz y su identidad están diluidas, sin fuerza ni impacto. La comparación con un 'muñeco de hilo' y un 'fantasma aún vivo' intensifica esta percepción de ser una entidad sin sustancia ni vida propia. La repetición de 'si no protesto, ¡no soy real!' sugiere que la autenticidad y la realidad están ligadas a la capacidad de resistir y cuestionar el statu quo.

La canción también critica el progreso y la modernidad, representados por 'monstruos de concreto' que esconden la miseria y las sombras que ocultan los sueños y sentimientos humanos. Esta crítica refleja una visión pesimista de la urbanización y la industrialización, que a menudo deshumanizan y alienan a las personas. Al final, el protagonista se encuentra frente a un espejo, un símbolo de auto-reflexión y confrontación con la propia identidad. La repetición insistente de '¡no soy real!' al final de la canción enfatiza la desesperación y la urgencia de encontrar una verdadera conexión con uno mismo y con el mundo.