Comen

Las Bestias Invisibles: Un Banquete de Poder y Corrupción

La canción 'Comen' de Lisandro Aristimuño es una crítica mordaz y poética a las estructuras de poder y corrupción que devoran la sociedad. A través de metáforas y un lenguaje visceral, Aristimuño describe a estas 'bestias omnipotentes' que, aunque no se muestren abiertamente, están presentes en todos los aspectos de la vida, consumiendo más de lo que pueden digerir. Estas bestias representan a las élites y a los sistemas opresivos que se alimentan de la paz, la dignidad y los recursos de la gente común, dejando a su paso un rastro de destrucción y desesperanza.

El artista utiliza imágenes poderosas como 'comen dios, comen barro' y 'comen piel, comen otra vez' para ilustrar la voracidad insaciable de estas entidades. La repetición de 'comen' enfatiza la naturaleza cíclica y perpetua de esta explotación. Además, Aristimuño señala cómo estas fuerzas manipulan y controlan a las personas, llevándolas a 'prisiones donde no puedes sentir' y disfrazando la realidad con 'promesas fantasmas' y 'pláticas vacías'. La canción también aborda la indiferencia y la necedad de estos poderes, que sacrifican lo bueno en la vida por sus propios intereses.

En el clímax de la canción, Aristimuño ofrece una visión de resistencia y esperanza. A pesar de la maquinaria fría y la justicia muda que intentan silenciar las voces disidentes, los 'llamados bandidos' no serán comidos. Los gritos que intentan apagar resonarán más fuerte, creando nuevos caminos y siguiendo los latidos de la resistencia. La canción concluye con una llamada a la acción, a no dejarse consumir por estas bestias y a luchar por un futuro mejor, donde la dignidad y la justicia prevalezcan sobre la corrupción y la opresión.