Everybody Wants To Rule The World

La Lucha por el Poder en 'Everybody Wants To Rule The World' de Lorde

La versión de 'Everybody Wants To Rule The World' interpretada por Lorde es una adaptación oscura y atmosférica del clásico de los años 80 originalmente de Tears for Fears. La canción, en su esencia, aborda la temática del poder y el control, así como las consecuencias de la ambición desmedida. La letra sugiere que, en la vida, a menudo nos encontramos atrapados en la búsqueda del poder, sin posibilidad de retroceder, incluso cuando esto va en contra de nuestros principios o de la naturaleza misma.

La interpretación de Lorde añade una capa de melancolía y reflexión, enfatizando la inevitabilidad y las repercusiones de nuestras decisiones. 'It's my own design, It's my own remorse' sugiere una toma de conciencia sobre la responsabilidad personal en la creación de nuestras vidas y las consecuencias que acarrean nuestras elecciones. La canción también toca el tema de la efímera naturaleza de la libertad y el placer, y cómo, a pesar de nuestro deseo de retener el poder, nada es eterno.

La atmósfera creada por la música y la voz de Lorde refuerza la sensación de un mundo en constante cambio, donde el poder es una ilusión pasajera. La canción nos invita a reflexionar sobre nuestras propias ambiciones y cómo estas se alinean con el mundo que nos rodea. La línea 'Holding hands while the walls come tumbling down' puede interpretarse como una llamada a la unidad y al apoyo mutuo en tiempos de cambio o crisis.