31 de Febrero

El Desamor y la Imaginación en '31 de Febrero' de Magnolia Y Los No Me Olvides

La canción '31 de Febrero' de Magnolia Y Los No Me Olvides es una reflexión melancólica sobre el desamor y la aceptación de la pérdida. Desde el inicio, el narrador deja claro que ha escrito varias melodías, pero ninguna de ellas está dedicada a la persona que ya no está en su vida. Esta declaración inicial establece un tono de resignación y aceptación, sugiriendo que el dolor y la tristeza no son tan intensos como para cambiar su arte por alguien que ya no forma parte de su presente.

A lo largo de la canción, se mencionan cartas que nunca llegaron a su destino y la pérdida de la dirección del destinatario, lo que simboliza la desconexión y la imposibilidad de recuperar lo que se ha perdido. La repetición de la idea de 'evitar aquello que pudo pasar' sugiere un intento de evitar el dolor del arrepentimiento y la nostalgia, optando en su lugar por la imaginación y la creación artística como formas de lidiar con la ausencia. La imagen del 'pajarillo afuera' que podría escuchar su canto añade un toque de esperanza y conexión con la naturaleza, aunque sea mínima.

El narrador también se enfrenta a la inseguridad y la comparación con otro, preguntándose qué tiene el otro que él no tiene. Sin embargo, en un giro irónico, admite que también tiene un gran corazón, pero que es egoísta. Esta admisión de egoísmo puede interpretarse como una forma de autoprotección, una barrera que el narrador ha erigido para evitar más dolor. La canción concluye con la repetición del deseo de cantar y ser escuchado, aunque sea por un simple pajarillo, lo que refuerza la idea de que la música y la imaginación son sus refugios en tiempos de desamor.