Solitaire

La Soledad Brillante de 'Solitaire' de MARINA

La canción 'Solitaire' de MARINA explora la complejidad de la soledad y la autoaceptación en un mundo lleno de superficialidad y falsedad. Desde el inicio, la artista expresa su deseo de silencio y aislamiento, una necesidad de desconectarse del ruido externo y encontrar paz en su propio espacio. La imagen de cerrar la puerta y escuchar las sirenas sugiere un refugio personal en medio del caos urbano, donde puede observar la vida desde una distancia segura y reflexionar sobre su propia existencia.

La metáfora de ser 'dura como una roca, fría como una piedra' y 'blanca como un diamante, negra como el carbón' resalta la dualidad de su naturaleza. MARINA se describe a sí misma como una joya rara y preciosa, que se repara a sí misma en ausencia de otros. Esta autoimagen contrasta con la 'barata brillantez y el brillo' que ella rechaza, subrayando su deseo de autenticidad y profundidad en lugar de superficialidad. La repetición de 'Solitaire' enfatiza su singularidad y su resistencia a ser comparada con otros.

La canción también toca el tema de la resiliencia emocional. MARINA admite que su corazón se ha endurecido, pero también se ha fortalecido. La referencia a las 'joyas falsas' y a ser 'cubierta de tierra' sugiere que ha enfrentado críticas y malentendidos, pero ha emergido más fuerte y auténtica. La imagen de un jardín hermoso que se despliega a su alrededor simboliza su crecimiento personal y su capacidad para encontrar belleza en su propia compañía. En última instancia, 'Solitaire' es una celebración de la individualidad y la fortaleza interna, un himno a la autoaceptación y la autenticidad en un mundo que a menudo valora lo superficial.