La, La, La

El Himno a la Vida y la Alegría de Massiel

La canción "La, La, La" interpretada por Massiel es un clásico de la música española que se hizo famoso internacionalmente tras ganar el Festival de Eurovisión en 1968. La letra de la canción, aunque simple en su repetición del estribillo "la la la", esconde un mensaje profundo y optimista sobre la vida y la experiencia humana.

La canción comienza con una celebración de la juventud y el paso del tiempo, simbolizado por la llegada de la mañana y el sol que trae consigo nuevas preocupaciones y esperanzas. Esta metáfora del amanecer como un nuevo comienzo es común en la poesía y la música, y aquí sirve para recordar al oyente la importancia de cada nuevo día y las oportunidades que este trae. La vida misma es comparada con una canción, una que acompaña al ser humano desde el nacimiento hasta la despedida final, sugiriendo que la música es una parte intrínseca y celebratoria de la existencia.

Además, Massiel canta sobre el amor filial y el agradecimiento a su madre, así como a la tierra, que simboliza las raíces y el crecimiento personal. El amor también es un tema central, presentado como un descubrimiento que cambia la vida y que enseña una nueva canción, o forma de ver el mundo. La repetición del "la la la" puede interpretarse como una expresión de alegría y sencillez, recordando que a veces las cosas más simples pueden ser las más significativas.