There Goes The Devil

La Lucha Interna entre el Bien y el Mal en 'There Goes The Devil' de Michael Shynes

La canción 'There Goes The Devil' de Michael Shynes explora la lucha interna entre el bien y el mal, personificada en la figura del diablo. Desde el inicio, el diablo se presenta como una influencia constante que incita al protagonista a mentir y a pretender, sugiriendo que es posible obtener más de lo que se da. Esta figura del diablo no es solo una entidad maligna, sino que también representa las tentaciones y las decisiones moralmente cuestionables que el protagonista enfrenta en su vida diaria.

El protagonista se encuentra en una encrucijada moral, donde su deseo de ser amado por Dios choca con su amor por el dinero. Este conflicto se intensifica cuando el protagonista reflexiona sobre su vida y sus decisiones, cuestionando si ser una buena persona realmente le ha llevado a algún lugar. La mención de la ropa elegante y los autógrafos de celebridades sugiere una crítica a la superficialidad y a la búsqueda de validación externa, en contraste con los valores internos y espirituales.

La canción también aborda la frustración y el desencanto del protagonista con su situación actual, especialmente en su trabajo como camarero en sus veintes. Este sentimiento de insatisfacción se ve agravado por la percepción de que sus esfuerzos por ayudar a los demás y cumplir con sus responsabilidades no han sido recompensados. La figura del 'grim reaper' o la muerte, que aparece al final, simboliza la inevitabilidad del fracaso y la desesperanza que siente el protagonista, mientras lucha por encontrar un equilibrio entre sus aspiraciones materiales y su deseo de ser amado y aceptado por Dios.