Seronda

La Melancolía de la Rutina en 'Seronda' de Nacho Vegas

La canción 'Seronda' de Nacho Vegas es una profunda reflexión sobre la monotonía, la melancolía y la búsqueda de cambio en la vida. Desde el inicio, el artista expresa una duda existencial sobre si vale la pena buscar un nuevo lugar o si la constante lluvia y humedad a la que se ha acostumbrado es una metáfora de su estado emocional. La luna, símbolo de esperanza y guía en la oscuridad, se muestra pálida y sin vida en su propio hogar, reflejando una sensación de desilusión y estancamiento.

A medida que avanza la canción, Nacho Vegas se enfrenta a la idea de que todo lo que siente está dentro de él y que no puede escapar de su propia mente. Esta introspección lo lleva a decidir que no tiene nada que perder y que intentará ser otra persona, aunque sea temporalmente, para ver si algo cambia. Sin embargo, al regresar, se da cuenta de que, aunque algunas cosas han cambiado, muchas otras siguen igual, condenadas a no cambiar nunca. Esta dualidad entre el deseo de transformación y la aceptación de la inmutabilidad de ciertas cosas es un tema recurrente en la obra de Vegas.

El estribillo final, con su repetición de noches sin dormir, sin pensar, sin soñar y sin sentir, refuerza la idea de una existencia atrapada en la rutina y la apatía. La repetición de estas frases crea una sensación de ciclo interminable, donde el protagonista se encuentra atrapado en una espiral de insensibilidad y falta de propósito. 'Seronda' es, en última instancia, una canción que explora la lucha interna entre el deseo de cambio y la resignación ante la realidad inmutable de la vida.