Água do Bongo

Agua de Bongo

Água do Bongo

Cara soñolienta... De hecho, con... Agua de Bongo... Tarjeta de sonido... La cita a la que voy... Arrastro mi cuerpo
Cara de sono... De facto, com... Água do bongo... Placa de som... A data em que vou... Arrasto o meu corpo...

Cara soñolienta. De hecho, con una sonrisa de alguien que acaba de derramar el agua bongo en el tablero de sonido. Un día, hago irreparable elegir la fecha en la que voy. Mientras tanto, estoy arrastrando mi cuerpo al médico, porque me he quedado sin botella. Sudores fríos, poros fuego vapor
Cara de sono. De facto, com um sorriso de quem acabou de entornar a água do bongo na placa de som. Um dia, torno irremediável a escolha da data em que vou. Entretanto, arrasto o meu corpo, até ao doutor, porque o meu frasco acabou. Frios suores, poros disparam vapor.
Horas más tarde, para aliviar la quema en el pecho, escribo. Pero las manos tiemblan sin cesar mientras compongo imágenes extraídas de la parte posterior de mi top. Por delante, una cara de pocos amigos que no se dan cuenta de que no estoy de humor para conversar sin tener que hablar de ello primero. Una cara de pocos amigos, independientemente del número. Todos trabajan en una base de advertencia, no resumiré en una. Desaparezco. Ruede esa alfombra de alquitrán delante de mí, como si fuera a buscar en Google el coche. Nunca miré el mapa. Los murciélagos piden consejo para compartir y comunión con las masas. Deja mi tienda. Esto es por el flagelo que predica mis momentos mediocres, como si todo lo que toco se volviera magnífico, ese es el espíritu. Moriré pobre por mi trabajo. Tan alto, a estas alturas, debo haber hecho, no sé, un centavo por hora. Prefiero terminar en un hogar. No, prefiero donar un riñón. No, en serio, prefiero ahogar a mi primogénito en un bol que verlo convertirse en un básico... por la muerte, serás un ejemplo. Deja que te hagan un mártir
Horas depois, para aliviar o ardor no peito, eu escrevo. Mas mãos tremem sem parar, ao compor imagens extraídas da parte de trás do meu topo. À frente, uma cara de poucos amigos que não percebem que não estou para conversas sem termos de conversar antes sobre isso. Uma cara de poucos amigos, independentemente do número. Funcionam todos à base de avisos, eu não me resumo num. Eu sumo-me. Façam rolar esse tapete de alcatrão na minha frente, como se fosse a passar o carro da google. Eu nunca espreitei o mapa. Fedelhos pedem conselhos, numa de partilha e comunhão com as massas. Desamparem-me a loja. Esta é para a corja que prega os meus momentos medíocres, como se tudo em que toco se tornasse magnífico – é esse o espírito. Hei-de morrer pobre pela minha obra. Assim por alto, até agora, devo ter ganho, sei lá, um cêntimo por hora. Eu preferia acabar num lar. Não, eu preferia doar um rim. Não, a sério, eu preferia afogar o meu primogénito num alguidar do que vê-lo a crescer até se tornar um básico – pela morte, serás exemplo. Eles que façam de ti um mártir.

Dígitos... Convencido... Negativo. Positivo... De eso, creo... Vino... Solo... Amigos
Dígitos... Convencido... Negativo... Positivo... Disso, acredito... Vinho... Sozinho... Amigos.

En cuanto al número de dígitos, estoy convencido de que mi saldo negativo supera el positivo. Además, creo que con vino solo, me he emborrachado más que tú con tus amigos. Cuando escribo, gotea el veneno que corre dentro de mí. Esta es mi despedida temprana. Los míos mueren temprano. ¿Nervioso? Sólo que siempre. Cierro lazos. Digo “mujer, volveré un día, pero hoy no puede ser”. Pie a la tabla. No necesito nada. Escribo estas cartas con la misma pluma con la que dibujo la portada. Encerrado en mi habitación, cuando me pongo guantes de goma, corté cartas de revistas, y envío cartas anónimas de odio a mis ex novias. Saben lo que gastas aquí. No tengo forma de hablar con los nombres. Apesto en las citas porque me encanta fumar borracho. Hay cinco años en casa pero muy alta moral, en un “Nunca volví de la carretera”. La vida apesta. Sólo queda ira. Me temo que no puedo alcanzar los cuarenta. No hay tiempo para tomar una siesta. Discúlpeme si no tengo un cuerno pegado a mi frente con una banda elástica, mariposas pedoradas. Puedo ver más allá de la basura
No que toca à quantidade de dígitos, estou convencido que o meu saldo negativo ultrapassa o teu positivo. Além disso, acredito que, só com vinho, já me embebedei mais sozinho que tu com os teus amigos. Quando escrevo, escorre quente o veneno que me corre dentro. Este é o meu adeus precoce. A minha laia morre cedo. Nervoso? Só sempre. Corto rente laços. Falo “fêmea, um dia volto, mas hoje ainda não pode ser”. Pé na tábua. Eu não preciso de nada. Escrevo estas letras com a mesma caneta com que desenho a capa. Trancado no quarto, quando calço luvas de borracha, recorto letras de revistas e envio anónimas cartas de ódio às ex-namoradas. Elas sabem o que aqui se gasta. Não tenho jeito com nomes, sou péssimo com datas, porque adoro fumar bêbado. Há cinco anos em casa mas moral altíssima, numa de “eu nunca voltei da estrada”. A vida não presta. Só ira resta. Temo não alcançar os quarenta. Não há tempo para dormir a sesta. Desculpem-me se não ando de corno preso à testa com um com elástico, a peidar borboletas. Eu vejo além das tretas.