En la ciudad del gran rio

La Ciudad del Gran Río: Un Retrato de la Modernidad y la Alienación

La canción 'En la ciudad del gran río' de Pappo es una reflexión profunda sobre la vida urbana y la alienación en una metrópolis moderna. Pappo, un ícono del rock argentino, utiliza su característico estilo lírico para pintar un cuadro de una ciudad que ha perdido su esencia en su intento de transformarse en algo que no es. La 'ciudad perdida' que menciona al inicio de la canción simboliza una urbe que ha sacrificado su identidad y autenticidad en pos de una modernización que la ha dejado vacía y deshumanizada.

Las 'diagonales y avenidas' que 'rugen melodías de guitarras rotas' evocan una imagen de caos y desorden, donde la música, un símbolo de expresión y libertad, se ha convertido en un ruido roto y distorsionado. Pappo critica la superficialidad de la sociedad moderna, donde no hay 'muro de lamentos' ni 'lágrimas para TV', sugiriendo que las emociones y los sentimientos genuinos han sido reemplazados por una fachada vacía y mediática. La repetición de la pregunta '¿es que no lo ves?' subraya la ceguera colectiva ante esta realidad.

El 'tótem blanco' alrededor del cual se congregan 'herejes y santos' representa un símbolo de adoración moderna, quizás una referencia a la tecnología o los medios de comunicación, que han reemplazado las creencias y valores tradicionales. Las 'tribus de colores varios' y los 'nuevos emisarios de ciudad pecado' son metáforas de la diversidad y la decadencia moral en la ciudad, donde las personas vagan sin rumbo, como 'degollados'. La 'nación TV' que despierta en 'las nuevas ruinas' sugiere una sociedad que se reconstruye sobre los escombros de su propia destrucción, con 'nuevos héroes y heroínas' que emergen en este contexto distópico.

Pappo expresa un deseo contradictorio de 'nacer y morir en la ciudad del gran río', lo que refleja una mezcla de amor y desesperación por la ciudad. A pesar de su crítica, hay un reconocimiento de la ineludible conexión con este espacio urbano, un lugar que, a pesar de sus fallas, sigue siendo el hogar. La repetición del 'Gran río!' al final de la canción enfatiza la magnitud y la omnipresencia de esta metrópolis en la vida del artista y sus habitantes.