Amurado (part. Juan Carlos Casas)

La Melancolía de la Soledad en 'Amurado' de Pedro Laurenz

La canción 'Amurado', interpretada por Pedro Laurenz con la colaboración de Juan Carlos Casas, es una profunda reflexión sobre la soledad y el paso del tiempo. La letra comienza con una imagen poderosa: el narrador se ve a sí mismo envejecido, con la cabeza blanca, lo que sugiere una vida llena de experiencias y, posiblemente, de desilusiones. La tristeza de su 'negra soledad' parece ser la causa de su envejecimiento prematuro, una metáfora que resalta cómo la soledad puede afectar no solo el espíritu, sino también el cuerpo.

El término 'amurado' en el lunfardo porteño se refiere a alguien que está solo, abandonado o triste, lo que encaja perfectamente con el tono melancólico de la canción. El narrador se pregunta si su estado actual es el resultado de los 'fuleros berretines' que lo cruzan, es decir, de los malos hábitos o caprichos que ha adoptado a lo largo de su vida. Esta autocrítica sugiere una toma de conciencia sobre las decisiones que lo han llevado a su situación actual, buscando en los cafetines una felicidad que parece siempre esquiva.

La canción también refleja una época y un contexto cultural específico: el Buenos Aires de principios del siglo XX, donde los cafetines eran lugares de encuentro y refugio para muchos. En estos espacios, el tango y la milonga eran más que géneros musicales; eran formas de expresar las penas y alegrías de la vida cotidiana. 'Amurado' es, en este sentido, una pieza que no solo habla de la soledad individual, sino también de una soledad compartida, una melancolía que resuena en la colectividad de una ciudad en constante cambio.