Anyone Else

La Posesión y la Pérdida de Identidad en 'Anyone Else' de PVRIS

La canción 'Anyone Else' de PVRIS explora temas profundos de posesión emocional y la pérdida de identidad en una relación. Desde el primer verso, 'Oh my blood, once was my own / But in one touch you made it yours', la vocalista Lynn Gunn describe cómo su esencia, representada por su sangre, ha sido tomada por otra persona. Este acto de posesión es tan poderoso que transforma su identidad, llevándola a cuestionar 'What have you done?'. La repetición de esta pregunta subraya la confusión y el desconcierto que siente al perder una parte fundamental de sí misma.

El estribillo, 'I don’t belong to anyone else', refuerza la idea de exclusividad y posesión. Aunque la protagonista puede interactuar con muchas personas ('I could touch a hundred thousand souls'), ninguna de estas conexiones se siente como 'hogar'. Esto sugiere que, a pesar de la pérdida de identidad, hay una conexión única e irremplazable con la persona que la ha transformado. Sin embargo, esta conexión también es sofocante, como se evidencia en la línea 'Hang me up on your bedroom wall / Now I can’t breathe at all'. Aquí, la metáfora de ser colgada en la pared como un trofeo ilustra la objetificación y la falta de libertad.

La canción también aborda la lucha interna de la protagonista. Aunque reconoce que la otra persona la quiere solo para sí misma ('I know you only want me to yourself'), ella afirma su independencia al repetir 'I don’t belong to anyone else'. Esta declaración es un intento de recuperar su autonomía y reafirmar su identidad, a pesar de la profunda conexión emocional que la ata. En última instancia, 'Anyone Else' es una poderosa reflexión sobre cómo las relaciones pueden moldear y, a veces, distorsionar nuestra identidad, llevándonos a una lucha constante por la autoafirmación y la libertad personal.