Vengo del Fumadero

Superación y Resiliencia en 'Vengo del Fumadero' de Remik González

La canción 'Vengo del Fumadero' de Remik González es un testimonio crudo y sincero de la lucha personal del artista contra la adicción y su camino hacia la redención. Desde el primer verso, Remik nos introduce en su mundo, un lugar oscuro y lleno de desafíos, simbolizado por el 'fumadero'. Este término no solo se refiere a un lugar físico donde se consume droga, sino que también representa un estado mental y emocional de desesperanza y autodestrucción.

A lo largo de la canción, Remik González narra su experiencia de vida, marcada por la adversidad y la lucha constante. La repetición del estribillo 'No fue fácil salir del humadero' enfatiza la dificultad de escapar de ese ciclo vicioso. La letra está llena de metáforas que describen su batalla interna, como 'me golpeó mucho la vida, pero le aguanté los rounds', comparando su vida con una pelea de boxeo donde cada golpe representa un obstáculo superado.

La música, según Remik, se convierte en su salvación, su 'calmante' en tiempos difíciles. Este aspecto resalta la importancia del arte como una vía de escape y una herramienta de sanación. La canción también aborda la transformación personal del artista, quien, a pesar de haber tocado fondo, encuentra la fuerza para cambiar su vida. La frase 'me miré al espejo y me dije: Ya estuvo bueno' simboliza un momento de auto-reflexión y decisión de romper con el pasado. En última instancia, 'Vengo del Fumadero' es una oda a la resiliencia y la capacidad humana de superar las adversidades más oscuras.