Mi Viejo

Reflexiones sobre la Paternidad y el Paso del Tiempo en 'Mi Viejo' de Sandro

La canción 'Mi Viejo' de Sandro es una emotiva reflexión sobre la relación entre un hijo y su padre, marcada por el paso del tiempo y las diferencias generacionales. Desde el inicio, el narrador describe a su padre como un 'buen tipo' que ha vivido una vida larga y solitaria, cargada de tristeza. Esta tristeza parece ser el resultado de una vida llena de experiencias y sacrificios, simbolizada por la frase 'de tanto venir andando'. La imagen del padre que 'anda solo y esperando' sugiere una soledad profunda, quizás una espera por algo que nunca llegó o por un reconocimiento que nunca se dio.

El narrador observa a su padre desde la distancia, reconociendo las diferencias entre ellos. Mientras el padre creció en una época pasada, con 'tranvía y vinotinto', el hijo representa una nueva generación. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, hay un profundo respeto y amor hacia el padre, evidenciado en la repetición de 'Viejo, mi querido viejo'. La canción también aborda el inevitable envejecimiento, describiendo cómo el padre ahora 'camina lerdo, como perdonando el viento', una metáfora que sugiere una aceptación resignada del paso del tiempo y de las dificultades que trae consigo.

La letra también destaca la conexión inquebrantable entre padre e hijo. El narrador se identifica como 'tu sangre, tu silencio y tu tiempo', subrayando la herencia emocional y temporal que ha recibido de su padre. Esta frase encapsula la idea de que, a pesar de las diferencias y la distancia, hay una continuidad y un legado que se transmite de generación en generación. La canción es un homenaje a la figura paterna, reconociendo tanto sus fortalezas como sus debilidades, y celebrando la profunda conexión que los une.