Tapame tapame

La Picardía y el Doble Sentido en 'Tápame, Tápame' de Sara Montiel

La canción 'Tápame, Tápame' interpretada por Sara Montiel, una de las grandes figuras del cine y la música española, es un claro ejemplo de la picardía y el doble sentido que caracterizaban muchas de las canciones populares de mediados del siglo XX. La letra narra de manera juguetona y con un tono de inocencia fingida, las situaciones en las que una joven pide ser cubierta porque está mojada o tiene frío, situaciones que fácilmente pueden interpretarse con una connotación sensual o sexual.

El uso de la repetición en el estribillo 'Tápame, tápame, tápame...' enfatiza la petición de la joven y crea un ritmo pegajoso que invita a la audiencia a cantar junto. La canción juega con la idea de la modestia y la exposición, utilizando el acto de taparse como una metáfora de la protección y el cuidado, pero también como una insinuación a la intimidad y el acercamiento físico. La interpretación de Sara Montiel, conocida por su voz sensual y su presencia escénica, añade una capa adicional de seducción a la canción.

En el contexto cultural de la época, este tipo de canciones eran comunes y reflejaban una forma de expresar temas de naturaleza más adulta de una manera velada y socialmente aceptable. 'Tápame, Tápame' puede ser vista como una representación de la liberación de la mujer y su derecho a expresar abiertamente sus deseos y necesidades, aunque sea a través de la sutileza y el humor.