El Baile

El Baile de la Sangre: Una Resistencia Poética

La canción "El Baile" de Silvio Rodríguez es una obra cargada de simbolismo y crítica social. Desde el primer verso, la sala que espera con ademán triunfante sugiere un escenario preparado para un evento significativo, pero no necesariamente positivo. El término "baile de la sangre" introduce una metáfora poderosa que puede interpretarse como una referencia a la violencia, la opresión o los sacrificios impuestos por sistemas autoritarios o injustos. La sangre, en este contexto, simboliza el sufrimiento y el costo humano de tales eventos.

Las estrellas, la prensa y los glaciales que acuden a este baile representan diferentes actores de la sociedad que, de alguna manera, participan o son cómplices de esta situación. Las estrellas pueden simbolizar figuras públicas o celebridades, la prensa los medios de comunicación, y los glaciales una frialdad o indiferencia ante el sufrimiento ajeno. El coro de carámbanos que vela y silba añade una capa de frialdad y deshumanización, sugiriendo una vigilancia constante y una amenaza de inmovilización, tanto física como emocional.

El estribillo de la canción, con su rechazo explícito a participar en el "juego del disfraz", refuerza la idea de resistencia. Silvio Rodríguez se posiciona como un arlequín romántico, alguien que, a pesar de las circunstancias, mantiene su integridad y su rechazo a la deshumanización. La corte que espera derramar la sangre es una clara alusión a las estructuras de poder que perpetúan la violencia y la opresión. Sin embargo, la decisión de no asistir a este "odioso baile" es un acto de desafío y de afirmación de la propia humanidad frente a la deshumanización.