Linóleo

Reflexiones sobre el Tiempo y la Memoria en 'Linóleo' de Té de Brujas

La canción 'Linóleo' de Té de Brujas es una profunda meditación sobre el paso del tiempo, la memoria y la inevitabilidad del envejecimiento. Desde el inicio, la letra nos sitúa en un espacio cargado de historia y nostalgia, donde los retratos en la pared se desvanecen y se vuelven abstractos, simbolizando cómo los recuerdos y las personas se desdibujan con el tiempo. La mención de la gubia, una herramienta de grabado, sugiere que estos cambios son inevitables y forman parte del proceso natural de la vida.

El linóleo, un material que se desgasta con el tiempo, se convierte en una metáfora de la vida misma. La canción nos habla de un rincón de recuerdos donde un pedazo de linóleo malgastado por el sol representa las experiencias y vivencias que, aunque desgastadas, siguen siendo parte de nuestra identidad. La letra también menciona la luz del ocaso, que se describe como un monstruo que enfrentar en el espejo, una poderosa imagen que evoca la confrontación con la propia mortalidad y el paso del tiempo.

A lo largo de la canción, se percibe una sensación de urgencia y reflexión. La frase 'queda mucho por hacer aquí antes que llegue la demencia' resuena como un llamado a aprovechar el tiempo que nos queda, a enfrentar nuestros miedos y a valorar los momentos presentes. La canción también destaca la importancia de la creatividad y la imaginación, comparando las nubes en la cabeza con paisajes de algodón y formas extrañas, y describiendo el hogar como un lugar especial con olor a hierba y humedad. En conjunto, 'Linóleo' es una obra que invita a la introspección y a la apreciación de la vida en todas sus etapas, recordándonos que, a pesar del desgaste y el paso del tiempo, siempre hay espacio para la belleza y la creación.