Domino

El Fluir de la Vida en 'Domino' de Van Morrison

La canción 'Domino' de Van Morrison es una oda a la aceptación y al fluir con los cambios inevitables de la vida. Desde el inicio, Morrison establece un tono de resignación y adaptación, sugiriendo que no quiere discutir y que es tiempo de un cambio. La letra refleja una actitud de despreocupación ante las opiniones ajenas, indicando que si alguien se siente disgustado o lo considera extraño, él simplemente se retirará a descansar sin preocuparse por lo que es peor o mejor. Esta actitud de desapego y aceptación es central en la canción, simbolizada por la repetición del estribillo 'Oh oh Domino', que sugiere un dejarse llevar por el destino, como una ficha de dominó que cae en su lugar sin resistencia.

El estribillo 'Roll me over Romeo' añade una capa de complejidad, evocando una imagen de ser movido o influenciado por fuerzas externas, pero sin perder la calma. La referencia a Romeo puede interpretarse como una alusión a la pasión y el drama, pero en este contexto, parece más una invitación a dejarse llevar por las circunstancias sin luchar contra ellas. La repetición de 'Lord have mercy' añade un toque espiritual, como una súplica por comprensión y paciencia en medio de los cambios.

La segunda estrofa refuerza la idea de que no hay necesidad de argumentos o conflictos. Morrison sugiere que la falta de comunicación no siempre es negativa; a veces, simplemente significa que no hay nada que decir o que se prefiere el silencio. Esta perspectiva resuena con la filosofía de vivir y dejar vivir, aceptando que cada uno tiene su propio camino y ritmo. La canción, en su conjunto, transmite un mensaje de paz interior y aceptación, invitando al oyente a relajarse y confiar en el flujo natural de la vida.