Waiting Game

El Juego de la Espera: Reflexiones de Van Morrison en 'Waiting Game'

En 'Waiting Game', Van Morrison nos lleva a un viaje introspectivo a través de la paciencia y la espera. La canción comienza con una imagen de un día dorado de otoño, un momento de cambio y transición. Morrison sugiere que cada momento es único y que la verdadera alegría puede encontrarse en la paciencia. La repetición de la frase 'waiting game' enfatiza la idea de que la espera es una parte inevitable y esencial de la vida, un juego que todos debemos jugar en algún momento.

La letra también explora la inacción y la búsqueda de la perfección. Morrison se pregunta si la falta de acción significa que todo debe cambiar, sugiriendo una lucha interna entre la aceptación y el deseo de mejorar. La mención de ser 'el observador que observa' y 'el hermano de esta serpiente' introduce una dualidad en su identidad, reflejando tanto la sabiduría como el peligro. La serpiente, un símbolo cargado de significados, representa tanto el conocimiento como la tentación, y Morrison se presenta como una figura compleja, capaz de amor y odio.

Finalmente, Morrison habla de una 'presencia profunda' dentro de cada uno de nosotros, a la que algunos llaman 'llama superior' o 'poder superior'. Esta referencia espiritual sugiere que hay algo más grande que nosotros mismos guiando nuestras vidas. La imagen de las hojas cayendo en otoño refuerza la idea de cambio y renovación. A lo largo de la canción, Morrison nos recuerda que, a pesar de las incertidumbres y las esperas, siempre hay algo por lo que vale la pena esperar, un juego que, aunque desafiante, es parte integral de la experiencia humana.