Escribo

La Pluma como Refugio: El Dolor de la Pérdida en 'Escribo' de ViveRo

La canción 'Escribo' de ViveRo es una profunda reflexión sobre el acto de escribir como una forma de lidiar con el dolor y la pérdida. Desde el primer verso, la letra nos introduce a la idea de que cada palabra escrita es una semilla que germina, simbolizando cómo la escritura puede dar vida a los sentimientos y recuerdos. ViveRo utiliza la escritura como un medio para no olvidar su historia y mantener viva la memoria de un amor perdido. La metáfora de la semilla sugiere que, aunque no se conozca el desenlace de la vida, las palabras pueden crecer y florecer, manteniendo viva la esencia de lo que se ha perdido.

El dolor de la partida se hace evidente cuando el artista menciona que escribe con el cuerpo partido en carne viva, una imagen poderosa que transmite la intensidad de su sufrimiento. La referencia a Neruda y sus versos más tristes añade una capa de profundidad, conectando el dolor personal con una tradición literaria más amplia de expresar el sufrimiento a través de la poesía. La hora específica de las siete y media se repite a lo largo de la canción, marcando un momento significativo que parece estar congelado en el tiempo, un punto de inflexión en la vida del narrador.

La escritura se convierte en un refugio, una manera de no estar tan solo en la partida de su ser querido. ViveRo siente que, a través de las palabras, puede mantener una conexión con la persona que ha perdido, iluminado por la risa y los recuerdos compartidos. La canción culmina con una sensación de hambre de vida, un deseo de mantener viva la presencia del ser amado a través de la escritura. 'Escribo' es, en última instancia, una canción sobre la resiliencia y la capacidad humana de encontrar consuelo y significado en el acto de escribir, incluso en los momentos más oscuros.