Jerusalém

Jerusalém: Un Anhelo Celestial

La canción 'Jerusalém' de Wagner Roberto es una oda a la esperanza y la fe en la vida eterna. A través de sus letras, el artista describe una visión celestial de la ciudad de Jerusalén, representada como un lugar de inmensa belleza y paz. Las 'ruas de ouro' y 'pedras preciosas' simbolizan la riqueza espiritual y la pureza del paraíso, mientras que los 'muros de cristais' sugieren una transparencia y claridad divina. Esta descripción no solo evoca una imagen visual impresionante, sino que también transmite un sentido de anhelo por un lugar donde la felicidad y el amor reinan supremos.

El estribillo de la canción, con su repetición de 'Jerusalém, Jerusalém, cidade santa', refuerza la santidad y la importancia de este lugar en la fe del cantante. La mención de que su 'alma canta só em pensar' en la partida hacia Jerusalén refleja una profunda conexión emocional y espiritual con este destino. La anticipación del 'dia vem' y el deseo de 'ir embora e para sempre habitar ali' subrayan la urgencia y el fervor con los que el artista espera este momento trascendental.

En la última estrofa, Wagner Roberto imagina la alegría de llegar a Jerusalén y encontrarse con figuras bíblicas como David, Abraham y el ladrón de la cruz. Este encuentro no solo representa la culminación de su fe, sino también una comunión con los santos y, lo más importante, con Jesús. La visión de los 'anjos ali a cantar' y el 'grande gozo' de contemplar a Jesús en medio del pueblo encapsulan la promesa de una felicidad eterna y una paz inquebrantable. En conjunto, 'Jerusalém' es una canción que celebra la esperanza cristiana en la vida después de la muerte y la promesa de un hogar celestial.