Todos Se Van

La Soledad en Medio del Verano: Un Análisis de 'Todos Se Van' de Andrés Calamaro

La canción 'Todos Se Van' de Andrés Calamaro es una reflexión melancólica sobre la soledad y el sentimiento de desconexión en medio de un entorno que parece estar en constante movimiento. Desde el inicio, Calamaro expresa una sensación de desubicación temporal, sugiriendo que podría haber nacido en otra época y que, de alguna manera, eso no cambiaría su situación actual. Esta idea de indiferencia hacia el tiempo y el espacio se refuerza con la metáfora de ser 'una flor en el balcón', algo que está presente pero que no necesariamente interactúa con su entorno.

El estribillo 'todos se van, nosotros parece que no (pero también)' resalta la dualidad de sentirse atrapado mientras el mundo sigue adelante. Aunque parece que los protagonistas de la canción no se mueven, hay una insinuación de que, en realidad, también están en un proceso de cambio, aunque no sea tan evidente. La imagen de la 'pista congelada' y la 'ensalada de ayer' que 'se cansó de esperar' simbolizan la estasis y la espera interminable, contrastando con el verano exterior, una estación asociada con la vitalidad y el movimiento.

La canción también aborda la introspección y el dolor emocional. La línea 'ataba con alambre los pedazos de lo que alguna vez fue un corazón' sugiere un intento desesperado de mantener la integridad emocional a pesar de las heridas del pasado. El 'gran espejo interior' podría representar la auto-reflexión y la confrontación con uno mismo, un proceso que puede ser tanto revelador como doloroso. En conjunto, 'Todos Se Van' es una meditación sobre la soledad, la desconexión y la lucha interna por encontrar sentido y pertenencia en un mundo que sigue su curso sin detenerse.